domingo, 31 de marzo de 2013

Domingo

Un domingo de cada dos (que es cuando mi padre libra) era el momento que teníamos para pasar el día todos juntos, sobre todo cuando éramos pequeños y no teníamos obligaciones el fin de semana. Ahora ya hemos dejado de hacerlo, pero por otros motivos más importantes que el trabajo o las obligaciones.

De entonces recuerdo la música (no consigo pensar en un solo día en el que no sonara música en mi casa) las noticias en la radio, pero sobre todo lo primero que se me viene a la cabeza es la imagen de cada uno en su cama, o invadiendo la de mis padres, con un libro. Daba igual que ese día hubiera que hacer limpieza, o que las tazas del café aún estuvieran en el fregadero. Desayuno y vuelta a la cama a leer. A veces nos intercambiábamos las habitaciones, o estábamos cuatro en la misma, otras los mayores les leíamos a los pequeños si aún no sabían y muchas, muchas mañanas mi padre le leía a mi madre.
Mis padres siempre han tenido gustos diferentes en cuanto a lectura se refiere, si mi padre adora Góngora, mi madre a García Lorca; cuando mi madre leía en francés mi padre disfrutaba con los autores griegos. Lo que sí tenían en común era comentar los párrafos que más les gustaban, leérselos el uno al otro, analizarlos, incluso discutir por el contenido o el significado de las frases. Mi padre es más clásico, para él existe la LITERATURA así, con mayúsculas, no le vale cualquier cosa y es toda una aventura comprarle un libro. Mi madre es distinta, tiene un abanico mucho más amplio, ha leído autores estadounidenses contemporáneos que le han entusiasmado (Zadie Smith, por ejemplo) pero del mismo modo le apasiona Galdós.
Así, supongo que con el paso de los años muchas visitas al rastro y gastando en eso en vez de en otras cosas, han ido llenando la casa de libros. Cada uno tenemos una estantería llena en nuestra
habitación, en la suya por supuesto, en el salón (con el espacio ganado al no tener tele ni sofá) en cualquier sitio de la casa puedes encontrar un libro.

 

Rellenando las baladas con dos filas de libros "porque ya no caben y a ver donde los metemos" estanterías donde luego es complicado encontrar algo concreto cuando lo necesitas, era un clásico lo de "mamaaaaa donde está El Lazarillo que me lo han pedido para el cole" y la respuesta indefinida "no lo se mira en la estantería de tu hermano que le vi el otro día con él" o las protestas de mi padre "me habéis cogido el Ovidio a ver que me llevo ahora en el taxi" Es cierto que el orden no está entre las virtudes de mi familia, qué le vamos a hacer...  

El caso es que ni siquiera se a que venía este post, porque al principio yo quería hablar de música y de los domingos, quería contar que la primera canción que recuerdo haber escuchado en mi casa en castellano (en inglés, francés o música clásica sí había oído) es "Esos locos bajitos" de Serrat, porque en eso también llevaba la batuta mi madre y podía escuchar en el mismo día a Serrat, Prince y Bach sin ningún problema. Seguramente yo ya había escuchado antes otras, pero se que recuerdo ésta como la primera porque me sorprendía que dijera "joder" en esa famosa frase "deja ya de JODER (uy) con la pelota" y yo como era una enana insoportable no entendía como a mi madre le podía gustar diciendo esa palabrota ( el tema de las palabrotas en mi casa daría para otra entrada y hasta para dos o tres) Y a esto venía el post. A decir que sí, que ya he entendido por qué le gustaba tanto, que hoy domingo la he oído en la radio por casualidad y no he podido evitar acordarme de todo esto y de muchas cosas más que no voy a dejar aquí escritas porque seguro que el teclado se estropea si se moja. 





sábado, 30 de marzo de 2013

Patada voladora (o quiero el globo del techo)

Mi resumen de la Semana Santa es este:


Bueno habrá que apelar a la imaginación... Ha sido algo como esto:

    


Lo sé. Hay que ser gilipollas.
Es lo mismo que pienso yo cada vez que veo algún video de estos así que por más que intento recordar no consigo comprender en que momento me (nos) parecio buena idea.
Quizá si dijera que el objetivo era que el chico que me patea las costillas saltara sobre mi espalda para coger un globo que habia en el techo, suene menos humillante. O ahora que lo pienso diciendolo es aún peor, con el agravante además de no tener quince años ni estar borrachos...
En fin, digamos que era una penitenciaria que yo había decidido cumplir, total seguro que cuela teniendo en cuanta que fue en viernes santo y tampoco hay tanta diferencia entre esto o golpearte los nudillos por un dios.
Es más, yo tenía fe en que el chico que salta lo iba a hacer perfecto, mayor prueba de amor que esa... Lo mejor es la carita que se le queda al final de "la he liao".

Para E. y S. que siempre me hacen reir

jueves, 14 de marzo de 2013

No cuela

Tenía pensado hablar sobre el Papa, original que es una, pero lo voy a dejar para la siguiente ocasión por ésta noticia que he leído al levantarme y que casi me hace atragantarme con el café. S&#237, lo se, habéis descubierto que vuestra vida es maravillosa desde que no leéis la prensa mientras desayunáis, yo es que soy un poco masoquista.
Volviendo al tema. El titular en la web reza " El 86% de los aspirantes a maestros suspende la prueba de Primaria" y si pinchas en ella http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/13/actualidad/1363202478_209351.html el titular es "Maestros suspensos en Primaria" y debajo "El test incluía preguntas que debe responder un alumno de 12 años"
Con esto ya tienes una opinión formada del artículo, así en principio la mayoría pensará algo como: joder como está el patio, cuánto inútil se saca la oposición a profesor con sueldo para toda la vida, vacaciones de tres meses y horario que ya lo quisiera yo para mí.
Ésto en realidad no es así, pero unos datos bien enfocados y proporcionados en el momento adecuado surten ese efecto en la ciudadanía. En éste caso se trata de una noticia realizada con datos sesgados, extraídos de aquí y de allí y sin la referencia suficiente como para analizarla en profundidad. Pero si que hay ciertos aspectos que quiero comentar.
El artículo empieza textualmente "¿Por qué provincias pasa el Duero, Ebro y Guadalquivir? Apenas el 2% de los aspirantes presentados en la Comunidad de Madrid respondió correctamente" Para empezar, diré que yo no hace tanto tiempo que iba al colegio y a mí nunca me hicieron repetir como un papagayo la consabida cantinela " el Duero nace en Soria, pasa por Valladolid... " con su soniquete y su rima, pero tampoco tuve una profesora que me inculcara el interés por la geografía. Al contrario, lo convirtió en una clase aburrida, monótona de las de yo leo el libro de texto y vosotros os callais,  luego venís al examen lo rellenais y ahí termina nuestra relación alumno-maestro.  De hecho aún sigue dando clase en el mismo colegio y se que no ha variado su metodología. Eso sí se sabía las provincias por las que pasaban todos los ríos de España de memoria. Seguro.Sus alumnos creo que menos.
El artículo sigue "Tan sólo el 13% pudo describir las formas gramaticales en una oración. Lengua la asignatura desastre" Otro ejemplo claro de esto último era la profesora de lengua que todo lo contrario a la anterior sí transmitía sus conocimientos. Sabía el temario, si, pero no más que cualquier otro profesor de lengua así que su diferencia consistía, consiste aún, en saber enseñar. Si alguna vez le hacíamos una pregunta que no sabía contestar simplemente decía " no lo se, lo consulto y os lo resuelvo" Y lo resolvía. Con la eficacia que supone que nosotros supiéramos que se había preocupado de buscarlo, que habíamos dado en el clavo con la pregunta y con nuestros 12 años nos sentíamos orgullosos de nosotros mismos cuando la veíamos explicando algo que nosotros habíamos planteado. Seguro que todos, mejor o peor, aprendimos a analizar oraciones. Esas eran (son) el tipo de clases que consiguen que aprendamos algo en el colegio porque nos demuestran que ni el profesor es ese ser omnipotente que todo lo sabe ni nosotros unos cazurros inútiles que tenemos que memorizar y callar. Nos enseñan que el conocimiento se construye que lo que no se sabe se consulta porque sí, oh sorpresa, los libros están para consultarlos no es necesario saberlos de memoria para ser un buen maestro porque si fuera así no harían falta las personas solo enormes bibliotecas llenas de volúmenes que estudiaríamos de memoria. Para aprender es más importante comprender, aplicar y reflexionar que memorizar para olvidar después del examen.

Ahora me diréis, con razón, que son imprescindibles unos conocimientos mínimos. Y es cierto, no podemos pretender dar clase sin saber las cosas básicas pero entonces es posible que el problema esté en las carreras universitarias de magisterio y no en los docentes. Si queremos que los nuevos graduados sepan más contenidos es tan sencillo como cambiar los planes de estudios en las escuelas de magisterio y darle más peso a los contenidos que a la metodología. (Debate aparte es si eso es un acierto o un error)
En cualquier caso, ésta noticia a mí me suena a campaña de desprestigio de la Comunidad de Madrid (que proporciona los datos) a los docentes de la pública, porque ahora interesa, se están poniendo muy pesaditos éstos profesores con tanta huelga y MareaVerde y si hay que recortar pues usemos todas las excusas posibles, digamos a todo el que quiera oirlo que si la educación va mal es culpa de los docentes que no saben ni las cosas básicas, son unos vagos que no se ganan ni su sueldo ni las vacaciones y encima protestan siendo unos privilegiados.

Lucía Figar, Wert y compañía, no cuela. Si hay un problema en la educación es sin duda el desprestigio que se le hace con su política y desde los medios de comunicación a la educación pública y a todo lo que representa. Les molesta esa "igualdad de oportunidades" ese hijo de obrero que estudia una carrera porque las tasas de la universidad son (eran, Wert mediante) accesibles para sus padres o existen becas que les ayuden.
Ahora con la excusa de la crisis hacen todo lo posible por eliminar de la ecuación esas posibilidades aunque para ello tengan que desprestigiar y destruir lo único que a la larga produce riqueza en un país: la educación.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Nada

Estas cuatro paredes
ni una más.
Oigo la lluvia fuera,
la vida, el mundo que gira.
Nada
Tiempo detenido dentro
cortinas que me pegan la tristeza
sangre en su cabeza.
Puedo, necesito
escribir durante días
para no morir
aún
¿Vivir era esto?
Cuatro paredes al final
Nada más.