jueves, 16 de agosto de 2012

Utilizarlos en nuestro beneficio

Desde hace bastante tiempo, somos especialmente críticos con los medios de comunicación convencionales. Ponemos en tela de juicio lo que dicen, la manera en que dan las noticias, los llamamos medios del sistema  porque pensamos que sólo tratan de mantener las cosas tal y como están, que no son lo rigurosos que se le supone a los buenos periodistas porque anteponen la ideología del medio a la realidad.
Hemos justificado nuestra aversión a la televisión y resto de medios arguyendo que manipulan, atontan y que no invitan a pensar. Y tenemos razón, por eso hemos creado poco a poco una red alternativa de información, propia, con los medios a nuestro alcance y que pensamos que es más justa e imparcial. Nos valemos de redes sociales, blogs, artículos varios, streaming, y radios alternativas, AgoraSol, por ejemplo. Funcionan bien, entre nosotros se difunden noticias que no siempre aparecen en los medios, se convocan acciones, se ayuda a otros compañeros que lo necesiten y se publicitan cooperativas, fiestas, lugares de trabajo, reuniones y demás actividades relacionadas. Pero "nuestros" medios tienen un fallo importante: no llegan a la mayoría de la población. Porque no nos engañemos, la sociedad en su gran mayoría sigue dormida, se conforma con lo que tiene, llega a casa de trabajar  y pone la televisión o la radio para intentar olvidar sus problemas cotidianos. Y lo que ponen no es AgoraSol o el streaming de la última manifestación, si no antena 3, tele5, o una serie que pongan en cualquier canal.

Por eso creo que tenemos un problema con nuestros medios de comunicación. Y terminé de darme cuenta el sábado pasado, al ver en un programa de telecinco a Sánchez Gordillo, sí el famoso diputado/alcalde de los carritos (cosa que daría para otro post, mucho mas largo que igual un día me animo a escribir)  El caso es que como casi siempre que veo la televisión tenia el twitter abierto y leí a mucha gente comentar que ir a un programa de una cadena mayoritaria era hacerle el juego al sistema, que sólo le invitaban para reírse de él y que desprestigiaba la verdadera acción del SAT. Reconozco que al saber que acudiría a ese programa yo pensé lo mismo, y al principio decidí que no valía la pena verlo, pero a los 10 minutos de entrevista comprendí que estaba equivocada, que en ninguna circunstancia la acción del SAT habría tenido mayor repercusión ni habría llegado a más gente. Porque al contrario de lo que todos esperabamos y aunque a la entrevistadora y al resto de contertulios se les notaba la animadversión por sus invitados, Gordillo y Cañamero supieron darle la vuelta a la situación, consiguieron el apoyo de los telespectadores y seguramente con sus explicaciones y datos pudieron cambiar la opinión de más de uno que antes de escucharles pensaba que eso era simplemente "robar" .
Y al fin y al cabo de eso se trata, si queremos cambiar el sistema no podemos apartarnos de la sociedad y crear un mundo alternativo en el que sólo participemos nosotros, porque aunque eso debilita el orden establecido a largo plazo, supone que mucha gente ni siquiera llegará a conocer que el cambio se está realizando. Si los medios tradicionales dejan un pequeño resquicio por el que meter la cabeza, tenemos que aprovecharlo sea en telecinco o en intereconomía, aunque sepamos que nos invitan para intentar ponernos en evidencia, debemos ser mas listos, ir de buena gana, mandar a los más preparados para cada cuestión y conseguir revertir la situación para usarla en nuestro beneficio. Una vez conseguido eso, podremos dar publicidad a nuestro medios alternativos para conseguir que cada vez más gente los considere entre sus opciones para informarse.

Todo eso, de lo que salí convencida la noche del sábado, no hizo más que confirmarse el domingo por la mañana cuando fuí a dar una vuelta con el perro. Creo que ya os he contado que en noviembre del año pasado hubo un desahucio en el barrio al que acudí con otros compañeros de la PAH de 15M y gente de la zona. No conseguimos evitarlo y nuestra vecina, Azucena, fue desahuciada de su casa con sus hijos. El día del desahucio no éramos más de 100, tirando por lo alto, y desde entonces  prácticamente nadie en el barrio se había preocupado que yo haya visto, en pararse a hablar con ella y preguntarle cómo estaba o dónde vivía. Dio la casualidad que justo después de la entrevista a Gordillo en el mismo programa apareció un reportaje sobre ella, lo mal que lo había pasado, imágenes de su desahucio, sus problemas económicos, los niños, y el apadrinamiento por aparte de una familia Noruega de su hija pequeña.  Incluso se supone que el director de un banco quiso ponerse en contacto para tratar el caso.  Pues bien, todas las mañanas me encuentro con ella en el parque cada una sacando a su perro, y el resultado es que al día siguiente de aparecer en televisión, Azucena casi no pudo pasear por el parque, cada 10 pasos una señora la paraba para preguntarle que tal estaba y si quería algo, decirle que le daban pena sus hijos o qué tal estaba su abuela... Todo lo que en estos 9 meses jamás se habían parado a saber. Lo que me pregunto es que habría sucedido si el caso de Azucena hubiera salido en los medios tradicionales antes de la fecha de desahucio. ¿Hubiéramos acudido 100 personas a parar el desahucio, o hubiese venido todo el barrio? ¿El director de ese banco se hubiera puesto en contacto con ella? ¿La EMV hubiera negociado la deuda? Seguramente si se hubiera contado su caso en los medios convencionales en noviembre de 2011 Azucena no hubiera tenido que ocupar otra casa para darle un techo a sus hijos .

Por eso creo que no debemos dejarnos llevar por el rechazo que nos producen los medios de comunicación tradicionales ( y me incluyo, normalmente dan asco) si no que tenemos que ser más inteligentes y saber utilizarlos en nuestro propio beneficio, que cada minuto que nos cedan se convierta en 3 personas más que se unan al cambio, 3 cabezas más que piensen ir si mismas.  Y conseguir así, que los medios alternativos se conviertan en algo cotidiano para la mayoría de la población.