miércoles, 19 de marzo de 2014

Regalos

Mañana es mi cumpleaños. En mi casa estos 3 días siempre han sido de fiesta; cumpleaños de mi madre, el día del padre y mi cumpleaños, aunque últimamente no estemos para muchas alegrías y desde hace un par de años no he tenido ganas de celebrar nada, este año sí he hecho algo especial y me he ido a la playa con amigos para celebrarlo por adelantado. Me han regalado un montón de cosas:

Me han regalado 2 días de tranquilidad, momentos de no pensar en nada más que en el presente, me han dado un domingo de no escuchar el pitido de las máquinas a todas horas, noches que no han acabado en llantos y una mañana viendo amanecer en la orilla del mar.




Me han regalado risas, paseos, ganas de seguir adelante, reconocerme a mi misma que necesito ayuda, me han dado tiempo para respirar, sed de bebida sin alcohol, la concha más pequeña de toda la playa
 

baños en agua fría, arena en las zapatillas, ruido de petardos, cenas dentro del coche vigilando las migas. Me han regalado también un fin de semana sano, hambre a las horas de comer, explicaciones sobre aviones, anécdotas del trabajo, desayunar en condiciones en vez de café de máquina, aire fresco sin olor a hospital, fotos sonriendo, cuentos inventados, compras a lo loco, dos días sin pensar en hacer locuras, barbacoas que se queman y olvidarme de pastillas y salas de espera.

Como ellos no sabían que me estaban regalando tantas cosas también me trajeron un juego para beber mate, un par de libros que aún no he comprado y una cámara de fotos. Pero eso, era lo de menos.

lunes, 24 de febrero de 2014

Todo falso, salvo alguna cosa

Hoy que Twitter anda revolucionado con el falso documental de Jordi Évole en la Sexta sobre el 23F me he querido fijar no tanto en si pretendía denunciar la manipulación mediática o la falta de trasparencia como él argumenta si no en el lenguaje de los medios de comunicación.
Si asumimos que la mayor parte de la gente cree (creemos porque no se libra nadie) en mayor o menor medida lo que lee en medios afines a su manera de ver la vida y su ideología no nos queda más remedio que fijarnos en el lenguaje que utilizan y en por qué eligen ciertas palabras y no otras.

Hace unos días una portada escandalosa de El País titulaba "30.000 subsaharianos preparan el salto a Europa por Ceuta y Melilla" El País considerado medio progresista eligió este titular seleccionando muy bien las palabras, usar una cifra redonda y lo bastante elevada como para intentar que el lector sienta cierta preocupación, cambiar personas por subsaharianos y "alertar" además de que vienen a España porque entran por Ceuta, precisamente la misma semana en que 15 de esos "subsaharianos" son asesinados por la Guardia Civil en aguas españolas y otros tantos ven vulnerados sus derechos fundamentales porque total desde Marruecos no van a quejarse.
No contentos con semejante portada, más propia de  Intereconomía que de un medio serio, hoy vuelven a las andadas en la web "100 inmigrantes llegan a Melilla tras otro asalto a la valla" De nuevo un número redondo, deben tener al periodista contando de uno en uno porque si no no me lo explico, y de nuevo palabras como "asalto" que lleva implícita la violencia, el peligro, el hacer creer a la gente que están poco menos que asediando nuestras murallas mientras resistimos dentro.
Pongo este ejemplo de El País porque no voy a perder el tiempo buscando titulares de La Razón o el ABC pero valdría cualquier medio de comunicación generalista.

Resulta que los medios nos mienten sí, pero sobre todo nos hacen pensar como necesitan que pensemos, por eso escriben inmigrantes en lugar de personas, hablan de tragedias en vez de asesinatos y por eso la Guardia Civil "repele" en lugar de disparar pelotas de goma, que no balas. Titulan de esa manera porque nadie entendería lo que ha pasado en Ceuta si se escribiera "15 personas exhaustas se ahogan en costas españolas por disparos de la Guardia Civil"
Será verdad eso de que lo que no se nombra no existe, por eso dónde la televisión o la prensa dice enfrentamientos la realidad son tanques israelíes destruyendo casas palestinas, escriben sobre comisiones para no decir sobornos, las mujeres muertas nunca son asesinadas, los desahucios son lanzamientos, aparecen recortes mágicamente trasformados en ajustes del déficit, hay conflicto armado que nunca guerra en Siria, existen dictadores elegidos democráticamente, no sube la luz si no que es un ajuste del déficit tarifario, los líderes de los revolucionarios ucranianos nunca serán neonazis para los medios pero los manifestantes españoles siempre tendrán grupos de radicales violentos, la última bajada del paro tampoco hablará de las bajas en la seguridad social y por supuesto el Rey enarbolará la bandera de la trasparencia si se sube el sueldo mientras su hija acude "voluntariamente" a declarar. Y así miles y miles de ejemplos de lo fácil que es que un lector/oyente/espectador crea lo que el medio quiera en cada momento y a todos nos pasa  porque no podríamos vivir sin creer nada de nadie.

Por eso he visto tan exageradas las reacciones indignadas al documental de La Sexta. ¿Era una patraña? Claro ¿acaso no lo son el resto de programas que echan? Cada uno debería saber de dónde saca la información, qué parte le parece creíble y formar su propia opinión a partir de ahí y no culpar a un programa de televisión de tenernos desinformados