jueves, 31 de mayo de 2012

Y David se convirtió en Goliat

"Quien podría imaginar, que David fuese Goliat" dice el estribillo de una famosa canción de SKA-P y tiene razón. Los judíos han pasado de ser perseguidos a perseguidores, como si de repente hubieran olvidado de un plumazo que hasta hace bien poco estaban en el otro lado, como si no recordaran lo mal que lo pasaron sus abuelos y sus padres durante tantos años. No consigo entender que un pueblo que lo ha pasado tan mal pueda ahora hacerle lo mismo a otros sin plantearse nada. Y no hablo de la gente de a pie que en general no entra en esos ataques, si no de los dirigentes que tienen la obligación de explicar y gobernar a su pueblo con responsabilidad y justicia en lugar de imponiendo la fuerza y las razones victimistas por las que se rigen ahora.
No me voy a poner a explicar ahora las causas por todos conocidas del llamado conflicto palestino-israelí pero sí quiero hacer unas apreciaciones sobre algunos aspectos.
Lo primero que diré es que no acepto el término de "conflicto" porque es mucho más que eso, las fuerzas no están igualadas y porque ningún estamento internacional hace nada para solucionarlo.

Ya va siendo hora de decir las cosas, estoy harta del victimismo del que hace gala Israel cuando se critica cualquier decisión que toma, la manera en que apelan rápidamente al antisemitismo como si por su religión no se pudieran criticar decisiones de Estado. Me da exactamente igual su opción religiosa (la suya y la de cualquiera) pero sí me interesa cómo la utilizan para justificar asesinatos, torturas y encarcelamientos arbitrarios. Porque si han olvidado lo que supone ser víctimas cuando atacan a los palestinos, lo tienen bien presente cuando los atacados son ellos. No permiten que absolutamnte nadie cuestione sus decisiones, incluso amenzaron con borrarse del consejo de la ONU cuando se planteó la posibilidad de investigar el levantamiento de nuevos asentmientos. Ellos amenazan con borrarse, los mismos que incumplen de forma sistemática los derechos humanos, la Convención de Ginebra y los acuerdos internacionales, ellos exigen y los demás aceptan en vez de decir las cosas claras.

Porque Israel, digámoslo claro, es un Estado asesino independientemente de lo que ellos o EEUU nos quieran hacer creer. No pueden justificar la incursiones de tanques en Gaza porque se sientan amenazados ni decir que sus soldados también resultan heridos porque los palestinos les tiran piedras, y aunque eso fuera verdad el uso de la fuerza israelí no es ni mucho menos proporcionada. Levantan un muro para aislar a los palestinos, embragan los barcos de ayuda humanitaria, cortan el agua a poblaciones enteras, obligan a niños a vivir en campamentos de refugiados, encarcelan sin jucio a quien les parece y luego piden respeto a su Estado. No pienso respetar a quien mata a niños por error o porque estaban en una zona donde hay terroristas, y me da igual que Estados Unidos les apoye o que los palestinos manden hombres-bomba a inmolarse en la frontera porque nada, absolutamente nada, justifica que soldados con metralletas entren en las casas de la gente y se lleven a quien quieran por la fuerza, o que masacren a familias enteras por una sospecha.

La ONU ese organismo que parece que ultimamente sólo vale para firmar resoluciones inútiles, debe exigir ya a Israel un cambio en su política con Palestina y los países miembros tienen que tomar medidas si se niegan a cumplir las exigencias, empezando por los embajadores, las recepciones y las reuniones internacionales. Pero sobre todo es el momento de que EEUU diga claramente lo que quiere, que explique en voz alta lo que es por todos conocido, si está con Israel y por tanto apoya las detenciones, asesinatos y los misiles o si quiere por fin reconocer como Estado de pleno derecho al pueblo palestino.
Sabemos que el Obama que tanto prometía ha ido cediendo terreno a las presiones económicas, sociales y de la élite mundial, pero aún está a tiempo, y yo ilusa de mi, aún espero que se decante por la segunda opción.

jueves, 24 de mayo de 2012

Jubilación anticipada

Llevo algún tiempo diciendo que cuando pasara el #12M15M me iba a retirar del movimiento. Estaba (estoy) cansada de ciertas actitudes que he visto estos últimos meses y es verdad que la lucha en la calle día sí y día no desgasta más de lo que se puede pensar, sobre todo si hay que compaginarlo con el trabajo y otras obligaciones. Pero este "cumpleaños" ha tenido cosas maravillosas y otras no tanto que han ayudado a que tome mi decisión.

Parecía en los últimos meses que pertenecer al 15M suponía aguantar desde insultos a multas, que el movimiento perdía fuerza especialmente en los barrios, dónde cada vez menos gente acudía a las asambleas y la policía imponía su criterio arbitrario para decidir sobre su legalidad. Es cierto que durante los meses de invierno ha sido más difícil visibilizar las asambleas y demás actividades que debido al frío pasaron en muchos casos a celebrarse en locales de diversa procedencia. Pero también es verdad que se notaba menos afluencia de gente más derrotismo y un trabajo peor organizado.
Un día cualquiera se produjo un desahucio en mi barrio aunque hicimos inútilmente todo lo que estuvo en nuestra mano para evitarlo. Y ver a una vecina salir de su casa con lo puesto, llorando, sin saber donde iban a comer sus hijos cuando volvieran del colegio supuso para mí un punto de inflexión. Pensé que, o conseguíamos movilizar a mucha más gente o no tenía sentido seguir una lucha a ninguna parte. Así que a partir de ese momento empecé a ver el movimiento con algo más de distancia, iba a las asambleas pero ya no participaba tan activamente y empece a plantearme seriamente que hacía yo en un movimiento ciudadano que parecía estancado en buscar soluciones que no les correspondían en asambleas inacabables.
Porque es verdad, no es justo exigirle soluciones al 15M simplemente porque no tiene por qué darlas. Los ciudadanos tienen la posibilidad (y el deber añado yo) de exigir a sus gobernantes que actuen como el pueblo les pide, que favorezcan los intereses de la gente a la que supuestamente representan y creo que no deberían extrañarles peticiones como dación en pago o el fin de la corrupción en los partidos políticos. No nos corresponde a nosotros decir como hay que hacerlo, si no a los responsables de la situación, porque hay responsables y es el momento de exigir que acepten las consecuencias de sus actos.

El primer día que pensé en tirar la toalla fue cuando se aprobó la reforma de la Constitución para el límite de las comunidades autónomas. Durante toda la tarde y gran parte de la noche estuvimos apostados junto a Neptuno para dejar constancia de nuestro rechazo e incluso en los momentos con más gente se habló de rodear el Congreso para impedir el paso a los diputados, como había ocurrido en Barcelona los meses anteriores. Pero llegado el momento lo que sucedió fue que la gente se fue dispersando y los pocos que quedabamos allí no estabamos tan locos como para intentar algo así con tan pocos efectivos. Resultado, reforma de la Constitución aprobada para satisfacer a los mercados.
Desde la llegada al poder del PP se han ido sucediendo una tras otra las reformas que atacan a los más necesitados de la sociedad sin que aparentemente exista un gran rechazo social a sus políticas para ricos. A las pocas semanas de gobierno de Rajoy yo misma sentí el cambio de política con respecto a las fuerzas de seguridad cuando una concentración pacífica se convirtió en una batalla campal y una persecución policial por las calles del centro de Madrid. Como resultado 3 porrazos, una distensión del ligamento de la rodilla y una multa por concentración no autorizada. Ese día, con el parte médico en la mano decidí apartarme un tiempo del movimiento.
Pero no lo hice, que va, a los pocos días estaba en la calle en solidaridad con los compañeros de Valencia, una marcha nocturna por Madrid bloqueando las principales arterias de la ciudad y que por suerte terminó sin incidentes. Una de cal y otra de arena, pensé, así que seguí adelante, reforma laboral, huelga general, hachazo a sanidad, asambleas, desahucios parados, hasta llegar al 12 de mayo con todas las esperanzas puestas en comprobar que de una vez por todas estábamos unidos y éramos más que cuando dormíamos en Sol.

Y llegado el dia me di cuenta de que aún faltaba todo por hacer, no hemos conseguido despertar a la gente que pensó que se arriesgaba a una multa o una identificación si venía el dia 12, ni a los que no fueron por lo que pasaría si salían en una foto y luego lo veían sus amigos, tampoco a los que les faltó interés por conocer qué es lo que hacemos de verdad y si somos o no tan peligrosos como cuentan las noticias. Necesitamos más difusión, más fuerza, crear nuestros propios medios de comunicación que escriban y cuenten lo que pasa y no el medio minuto actual en el informativo. Pero por encima de todo necesitamos creer en nosotros mismos, tener claro lo que podemos conseguir si cambiamos las batucadas por la huelga indefinida y las cacerolas por acción real en la calle. El mismo dia 15 comprobamos nuestra fuerza cuando andamos por todo Madrid, primero Sol, luego la Bolsa, después el Congreso y luego cualquier calle donde nos escucharan. Permanecimos unidos y pudimos evitar cargas policiales, detenciones e identificaciones, y nos olvidamos de la presencia policial porque no queremos conflictos, si no soluciones.
Por esos mismos motivos el martes la huelga de pofesores y estudiantes fue masiva, por la unidad, porque supieron (supimos) hacer entender a la sociedad lo importante que es todo esto. Y cuando la marcha ya era un éxito alguien arriba se puso nervioso y mandó a la policía cargar contra profesores, alumnos y universitarios sólo por reivindicar lo que es justo. Eso es que algo estamos haciendo bien.

Si he pensado seriamente desconectar por un tiempo, pero es imposible. Porque 15M no es algo externo, si no que nosotros somos 15M y a menos que alguien sepa desconectar su memoria y su conciencia será imposible que lo deje. Ya hemos despertado, y como leí una vez por ahí, dormir es de cobardes.

martes, 1 de mayo de 2012

Born in the U.S.A

Este fin de semana me han llevado (amistad manda) a ver Los Vengadores la última película de moda. No creo que haga mucha falta explicar el argumento, cualquiera se hace una idea de lo que pasa si mezclamos en una misma película a Hulk, el Capitán América, efectos especiales y Samuel L. Jackson como líder del grupo de "salvadores de la humanidad" pero hago un breve resumen por si queda algún despistado:
Los habitantes de un planeta lejano deciden invadir la tierra, porque como todos los extraterrestres del séptimo arte aún no se han dado cuenta de que los humanos no son tan tontos, cobardes y desordenados como aparentan, de eso ya irán sobrados cuando aparezca Iron-Man. A lo que iba, una vez decidida la invasión proclaman como líder al hermano envidioso y resentido de uno de los héroes y a partir de ahí se desarrolla una trama previsible que culmina como en toda buena película de acción que se precie con una gran (enorme, gigantesca, desproporcionada) batalla final.

Ese es a grandes rasgos el argumento, pero en realidad desde que empieza hasta los títulos de crédito, la película no es más que un alegato a la maravillosa cultura americana con todos los tópicos habidos y por haber.En dos horas no aporta ni un sólo elemento nuevo que la distinga de las mil anteriores sobre invasión alienígena y superhéroes. La acción se desarrolla en Manhattan, faltaba más, qué mejor lugar para invadir el mundo. Y los personajes no son otra cosa que una caricatura de sí mismos y de los distintos roles que nosotros mismos jugamos en la sociedad.

Hulk/Bruce Banner: (El inteligente atormentado) Ejerce de médico altruista en un país desfavorecido, supongo que para lavar su mala conciencia como casi todos los que hacen eso. Tiene un alter ego incontrolable, verde, y con bastante mal humor. Versión moderna de Dr. Jekill y Mr Hyde modificado con rayos gamma y que sufre una cierta esquizofrenia paranoide por la que pasa de ser un cerebrito recluido en el laboratorio a un machacón sin que entre medias exista un dato que nos anticipe sus cambios de humor. Un psiquiatra se compraría un Ferrari sólo con sus sesiones.

Iron-Man: (El triunfador) Cuando no es el hombre de metal (manda narices que le traduzcan el nombre) se hace llamar Stark y es un importante hombre de negocios al que le sobra tiempo y dinero para emplearlo en jugar a ser el nuevo Stephen Hawking. Se supone que aporta el humor a la película, con chistes fáciles, referencias a otras pelis famosas o demostrando que en el fondo, oh sorpresa, tiene su corazoncito.

Capitán América: (El líder) Chulazo, alto, rubio, ojos azules y con un flequillo que ya le gustaria lucir a Justin Bieber. Se supone que es el líder del equipo, intenta poner orden y disciplina, pero lógicamente nadie le hace ni caso. Dicen que ha estado un montón de años congelado por lo que la tecnología le suena a chino y prefiere aquello de "dónde no llegue la inteligencia, aplicar la fuerza bruta" Es el estereotipo del buen americano, organizado, cumple las leyes, no se cuestiona la legitimidad de sus actos. Un súbdito perfecto.

Thor: (El cachas) Dios mitológico de un planeta extraterrestre (sí, lo sé, sobran comentarios) firme defensor y enamorado de La Tierra, según sus propias palabras. Su hermano envidioso es el que la monta porque debe ser que de pequeño le quitaba sus juguetes. Rubiazo, media melena, unos brazos grandes como mis piernas y más ego que el resto de superhéroes juntos. Éste supongo que será el espejo en el que deberían mirarse los inmigrantes, cumple las leyes, se integra en su nuevo mundo y lo defiende por encima del suyo propio. Lo que EEUU espera de los que llegan a su país.

Viuda Negra: (La mujer florero) Una supuesta espía rusa, que no tiene más poder aparente que conseguir que lo hombres le digan todo lo que quiere saber. Reparte tortas como panes y su body negro de lycra bien apretado no deja nada a la imaginación. Poco más que mujer objeto se encarga que poner paz entre sus compañeros macho-alfa mientras intenta mostrar un poco de inteligencia a juego con su traje. Pura liberación femenina, vamos.

Ojo de Halcón: (La oveja descarriada) sale 40 minutos en la película y yo ni sabia que era un superhéroe hasta que me lo dijeron al salir del cine. Lanza flechas con un arco última generación y dispara a todas partes sin apuntar, por supuesto siempre acierta, faltaba más. Cuando se queda sin flechas, lógicamente no tiene más que rascar en la peli. Y no, no se parece en nada a Orlando Bloom.

Y por último, aparición de Samuel L Jackson como Furia. Durante los primeros 15 minutos parece un personaje importante pero enseguida te das cuenta de que está poco menos que de figurante. Eso es lo que se llama cumplir el cupo de las minorías. Del parche en el ojo con las cicatrices cambiantes, mejor ni hablo.


En resumidas cuentas eso son los vengadores, un grupo representativo (o no) de los distintos roles sociales, el guapo, el listo, el cachas, la chica y el líder que deciden unirse para el bien común. Porque en realidad sólo son un reflejo de lo que es América, el país de las libertades defendidas a balazos y la justicia representada con 1/8 parte de negros en un reparto cinematográfico.
Moraleja de la película, lo básico para ser héroe es pertenecer a uno de esos grupos. No hay un sólo latino entre ellos, ni un árabe ni mucho menos alguien que no sea un escultural macho alfa. Porque eso es la sociedad americana, o lo que pretenden que sea, un grupo de gente que no se salga de lo establecido, que no se plantee sus actos, que ponga en peligro su vida para salvar a su país, como si las banderas fueran más importantes que los seres humanos.
Pero lo principal es que no puedes ser cualquiera para ser un héroe o mejor dicho, parte de la sociedad. Por ejemplo,
No puedes ser sólo una mujer luchadora e inteligente, si no que además debes llevar el traje bien ajustado para que todo el mundo sepa el tipazo que tienes (más te vale tenerlo) y ni mucho menos debes tomar decisiones sin tener en cuenta la opinión del macho alfa.
Si eres negro,(arabe o indio) ni te molestes en intentar salvar el mundo, y si no ahí tienes a Obama de ejemplo (ejem, ejem) con 15 minutos figurando para quitarnos el complejo de racistas tenemos bastante. Trabajar y callar es lo tuyo.
Si eres un cerebrito no pintas nada, a menos que tambien tengas una doble personalidad que te lleve a ser respetado y temido por todos.
No se te ocurra ser gordo,tener inquietudes,rechazar la violencia o no ver la televisión.No tengas un mal día,contestes mal o prefieras la soledad al reconocimiento público. Porque lo bueno es ser rico, famoso, graciosete y a poder ser rubio y bien musculado, entonces sí tendrás un futuro, como vengador, como superhéroe o como ciudadano americano.

Entiendo perfectamente que a los niños (y algunos no tan niños) les encante ésta película, simboliza lo que todos alguna vez hemos querido hacer, los protagonistas son invencibles, luchan contra el mal, salvan el mundo,la gente les admira y respeta, y encima ni se despeinan. Pero es importante también que los adultos pensemos en los valores que queremos transmitir a nuestros hijos con la películas e incluso con los cuentos tradicionales que les leemos, y valorar si no merecen una reflexión sobre su moraleja. Como ese patito feo que sólo consigue amigos al volverse guapo, o la Cenicienta que aguanta sin una queja el maltrato de su madrastra porque piensa en su príncipe azul.
Comprendo que para los fans de los cómics de Marvel el encanto de la película es que sea lo mas fiel posible a los dibujos y que no entenderían por tanto que Thor fuese negro o que la chica se revelara como la autentica salvadora de la humanidad, pero esas modificaciones quizá ayudaran mínimamente a ese cambio de mentalidad tan necesaria en nuestra sociedad, aún no tan avanzada como pretendemos que es.