miércoles, 25 de abril de 2012

Doctrina del Shock

Ya tenía lista para publicar una nueva entrada en el blog, pero no me ha quedado mas remedio que dejarla para el próximo día porque tenía que hablar sobre el BOE que se publicó ayer por el que se regula la sanidad pública: http://www.boe.es/boe/dias/2012/04/24/pdfs/BOE-A-2012-5403.pdf Hago primero un resumen a grandes rasgos de lo que dice.


Nada más empezar a leer lo primero que llama la atención es la modificación de las personas a las que cubrirá la sanidad pública a partir de ahora. Se restringe por ejemplo, el uso de la misma a los inmigrantes sin papeles en regla excepto en casos de urgencia y para los menores de edad. Esto supone, pensando en un caso concreto, que un extranjero que haya cotizado pero no pueda renovar sus papeles, quede fuera de la seguridad social y por tanto sus aportaciones poco menos que desaparecen al dejar de tener derecho a sanidad pública. Por supuesto es igual de deleznable, o más por su situacion de desamparo, que se le niegue la asistencia sanitaria a cualquier ser humano sólo por no tener un papel, idependientemente de que cotice o no, o ¿acaso es más importante la economía que los seres humanos? Para el gobierno de Rajoy está claro que sí.
Quedan también fuera de la cobertura todas aquellas personas mayores de 26 años que no hayan cotizado. En este caso los más afectados son jóvenes que aún no han accedido a su primer contrato laboral (algo habitual ahora, con un 40% de paro juvenil) becarios que no cotizan, opositores, o jóvenes (y no tan jovenes) con las más duras condiciones de vida y que siempre han tenido un trabajo de economía sumergida, y por tanto no han cotizado.

Después de delimitar quienes son los nuevos afectados por la falta de criterio de un Gobierno decidido a contentar a mercados e inversores, pasan a detallar algunas medidas de ahorro que en la práctica suponen la condena a muerte de los afectados. Empiezan por el famoso copago sanitario por el cual los jubilados tendrán que pagar el 10% de sus medicamentos, pero por si eso no fuera suficiente, también se pide a los pacientes que abonen el traslado hospitalario que no sea de urgencia, es decir que las personas que necesiten diálisis, quimioterapia o cualquier otro tratamiento para una enfermedad crónica o grave, y por su estado necesiten una ambulancia tendrán que abonarla de su bolsillo, y hay que tener en cuenta que por ejemplo la diálisis se llega a realizar tres veces a la semana. No contentos con esto, se establece que los usuarios tendrán que abonar el coste de terapias de apoyo o coadyudantes de las enfermedades que lo requieran, es decir tratamientos como quimioterapia o el del VIH e incluso férulas o prótesis pasaran a ser financiadas por los enfermos, porque según el BOE son terapias de apoyo y no vitales. Por supuesto hay muchos mas aspectos a tener en cuenta, pero creo que estos 3 puntos son más que suficientes para hacerse cargo de lo grave de la situación.

En realidad estas modificaciones, no son más que parte de un plan a largo plazo perfectamente organizado para terminar de desmontar el famoso estado del bienestar ( daría para otro post reflexionar si de verdad ha existido alguna vez, pero en fin..)
Lo que esta pasando estos meses con el Gobierno del PP es el ejemplo claro de doctrina del shock. Mediante la cual y regidos por unas normas claras y concisas son capaces de imponer medidas que en otras circunstancias nadie aceptaría.Empezó con el discurso machacón de lo mal que lo estaba haciendo el PSOE y la necesidad de un cambio de gobierno que mejorara las cosas y una vez conseguido el objetivo principal,ganar las elecciones, sólo quedaba ir poco a poco convenciendo a la sociedad de que las reformas, recortes y ajustes que se realizaran serían necesarios y por nuestro bien.

La doctrina del shock (Naomi Klein, Ed.Paidos 2007) basa su éxito en 4 aspectos básicos:

1. Justificar la necesidad de un cambio.

Empezaron hablando de la famosa "herencia recibida" quitándose así toda la responsabilidad. Por culpa de otros el Gobierno no podía hacer más que lo imprescindible para conseguir que el país volviera a la senda correcta. Así que ya tenemos la excusa de la que partir para justificar los cambios.
Pero ahí no acaba el primer paso, es imprescindible hacer creer a la gente que sólo ellos saben como salir del problema,que son expertos y lo hacen por nuestro bien y para eso se utiliza a los medios de comunicación, una prima de riesgo disparada, la caída de la bolsa y una explicación del déficit que hacen que todo el mundo sepa lo mal que vamos y lo necesario que es arrimar el hombro para no caer en el abismo.


2. El segundo paso después de modificar la percepción de la población con palabras, es provocar un golpe de efecto

Es necesario que su importancia noquee a los ciudadanos que haga que les resulte imposible reaccionar ante los cambios que se avecinan. Puede ser un atentado, un golpe de estado o un accidente. En el caso concreto que nos ocupa, la caída de la bolsa, la subida de la prima de riesgo, la insistencia de los mercados y la UE en unos recortes imposibles de llevar a cabo y la amenaza creciente de un paro con 5 millones de afiliados.
Cuando el impacto es lo bastante fuerte en la población, y en este caso lo es, lo que se hace es ir incrementándolo paulatinamnete para que la gente crea que no sabe como salir de la situación, y consienta que los que mandan tomen las decisiones siempre "por nuestro bien" En este caso decisiones destinadas a la mejora de la economía de un país en quiebra causada por los mismos gobernantes que ahora dicen saber rescatarlo.


3. Tomar la medida más espectacular en primer lugar y dándole toda la repercusión mediática posible.

La primera de las medidas adoptadas debe ser siempre la más espectactacular y será seguramente la que más polémica suscite pero a la larga no tiene por qué ser la peor. La justificación de este punto es evidente, cuánto más ruido haga la primera medida, más desapercibidas pasarán las demás, aunque sean más duras o afecten en mayor medida a la población. Un ejemplo de este tipo de medidas es el cambio de legislación internacional en los vuelos americanos después del atentado del 11S o en el nivel que nos ocupa la ya asumida reforma laboral.
Esta reforma, inédita en la democracia española, supone un recorte sin precedentes en los derechos de los trabajadores y provocó una oleada de protestas que culminaron con la huelga general el 29M. Pero, en realidad, ahí terminó el problema para el gobierno, la gente salió a la calle mostró su descontento y aguantó la reforma sin mayores problemas.


4. Ya en estado de shock, la población aceptara cualquier otra medida impuesta con tal de no tener que volver a pasar por el trauma inicial

Una vez explicada la primera medida y sin dar tiempo a que la gente la asimile y se recupere es el momento de ir incluyendo todo lo que necesitas modificar, paso a paso pero de manera constante y consiguiendo que nadie proteste. Esto se logra por el propio comportamiento humano. Cuando alguien recibe una mala noticia que le afecta profundamente pasa durante un tiempo lo que se llama periodo de shock en el que trata de asimilar y recuperarse de la noticia. En ese tiempo no puede pararse a pensar en nuevas desgracias, porque no ha terminado de asimilar la primera y por tanto aceptará cualquier cosa que se le diga para no tener que volver a pasar por esa mala situación. Por ejemplo, cualquier español la semana del 11M se hubiera dejado desnudar en una estación de tren con tal de no sufrir otro atentado.

De esta manera, tras la reforma laboral que fue el primer gran impacto se aplicaron los presupuestos del estado, a la semana siguiente nos enteramos del recorte en la educación pública, la subida de IRPF, la amnistía fiscal para los defraudadores y sin dar tiempo a recuperarnos ya habían anunciado el recorte de 7000 millones de euros en Sanidad. Como aún quedaba una semana del mes de Abril, nos encontramos casi sin darnos cuenta con la subida del transporte público en Madrid y el incremento de un 50% de las tasas universitarias, para acabar momentaneamente las reformas con el copago sanitario. Las últimas novedades son el pago del trasporte medicalizado y de los tratamientos coadyuvantes o las prótesis, y el cambio de coberturas sanitarias.

Es evidente en estas últimas semanas que la técnica ha dado sus frutos. Prácticamente ni hemos querido saber en que consistían estos últimos recortes, hartos ya de malas noticias. Es más, ni siquiera ha bastado con anular casi toda nuestra capacidad de respuesta si no que una parte de la sociedad empieza a justificar estos ataques a lo que es nuestro por miedo a que acaben quitándonoslo todo, creyéndose lo que nos repiten estos últimos meses "tenemos que quitar una parte, para que podáis conservarlo"


Solo hay una manera de combatir la doctrina del shock, leer, pensar, no creer lo que nos dicen ni lo que vemos en los medios de comunicación, no perder nunca de vista que tenemos opinión propia por mucho que últimamente nos digan que está equivocada. Necesitamos decir en alto lo que pensamos para darnos cuenta de que aún hay mucha gente que piensa como nosotros, que no estamos solos y que por ello debemos aunar fuerzas y seguir adelante. Sabiendo que tenemos razón, aunque nos la quiten a base de palos o multas. Porque somos el futuro, pero aún más importante, somos el presente, y no podemos permitir que se salgan con la suya.




miércoles, 18 de abril de 2012

Neolengua

Parece que últimamente nos estamos acostumbrando demasiado a que cambien nuestra manera de ver las cosas a través del lenguaje. Los medios de comunicación y las instituciones saben muy bien cómo enfocar los asuntos para que la sociedad acepte la imagen que en ese momento concreto se necesita.
El último ejemplo es el famoso copago sanitario. Una palabra que conocemos hace poco y que ahora todos asociamos con arrimar el hombro para (por) un Gobierno en dificultades económicas. Hoy se ha conocido que los jubilados tendrán que pagar el 10% de sus medicamentos y que los trabajadores pasaremos de aportar el 40 al 50 o 60%

¿Cómo se impone esa medida en un país donde la mayor parte de la sociedad pasa por dificultades económicas y que tiene interiorizados servicios públicos como la sanidad y la educación?
Pues es sencillo, se pinta el peor escenario económico posible, se habla de prima de riesgo disparada, de acreedores fantasma que vienen a por el país, se explica que el Gobierno aunque no quiere hacerlo está obligado a tomar esas medidas por el bien de todos y en algunos casos, como en este, se utiliza un elemento externo que haga de cortina de humo, como la famosa nacionalización de YpF.
Cuando ya tenemos todos estos ingredientes se empieza a utilizar el lenguaje como manera de introducir en el subconsciente de la población las nuevas medidas. Los medios de comunicación llevan ya un tiempo hablando del copago sanitario, 3 supuestos especialistas dirán estos días que es la única manera de sanear las cuentas de la seguridad social, y las empresas privadas interesadas harán el resto.


Pero, ¿de verdad lo que haremos será "copagar"? Copago (por cierto, palabra inventada, no aparece en el diccionario de la RAE) debería significar que el pago de un servicio se reparte entre dos o más partes interesadas, pues bien, ¿Eso no es exactamente lo que hacemos? Todos los meses en nuestra nómina vemos retenido una parte de nuestro salario para financiar la seguridad social, independientemente de si cobramos 300 o 3000 euros una parte proporcional se destina a llenar las arcas del estado para subvencionar el paro, los medicamentos o las bajas laborales.
Si todos sabemos esto desde los 16 años ¿Cómo es que aceptamos que llamen copago a lo que en realidad es "repago" o pagar dos veces por el mismo servicio? Simple, porque nos creemos lo que nos dicen con sus palabras de doble sentido
El copago es inmoral, atenta contra los estratos mas necesitados de la sociedad. Dirán que pagar 1€ por receta no es mucho, que nos gastamos más en una cerveza o en el metrobus pero no tenemos en cuenta que no todo el mundo vive como nosotros, que hay gente en el paro que con ese euro puede comprar un kilo de pasta para dar de comer a sus hijos y esas personas preferirán (a la fuerza ahorcan) no ir al medico o conseguir medicamentos de la vecina a tener que gastarse el dinero que no tienen en algo que ya pagaron cuando trabajaban.

Empecemos a llamar a las cosas por su nombre, el copago sanitario es volver a pagar algo que ya has abonado, la subida del transporte público en Madrid es sólo eso, una subida y no "un ajuste de ingresos y gastos", los "ajustes presupuestarios" son recortes en toda regla y atacan directamente a la línea de flotación del estado del bienestar que se empeñan en desmontar porque ya no es rentable. La "optimización de recursos" en hospitales y colegios públicos suponen que haya 35 alumnos por clase y que los pacientes mueran en un traslado porque el quirófano de guardia está cerrado, o que se deje de pagar los meses de verano a los interinos y se racaneen los tratamientos contra el cáncer.

Evidentemente llamar a las cosas por su nombre sería el fin de este gobierno y seguramente de prácticamente todos los que vinieran detrás. Porque lo básico para poder gobernar es dominar la neolengua. Decir una cosa cuando piensas otra, maquillar la realidad bajo un montón de palabras que no significan nada, modificar comportamientos calificándolos con palabras con connotación positiva o negativa dependiendo de los intereses, hacer creer a los ciudadanos que lo único bueno es lo que beneficia al gobierno, quitar las ganas de pensar, de conocer, en resumen utilizar el lenguaje en beneficio del Estado.

Mientras sigamos creyendo que los árabes son terroristas, que África es el tercer mundo (yo no conozco el segundo mundo) que Argentina roba al estado español por nacionalizar YPF o que el cristianismo es una religión pero el vudú es superstición, los que manejan el mundo podrán seguir tratándonos como ignorantes, porque saben como manipularnos desde el lenguaje.
Por lo que se dice tan a menudo de, una mentira se convierte en verdad si se repite las veces suficientes (y la gente no se para a reflexionar, añado yo)

viernes, 6 de abril de 2012

El virus del miedo

Nunca en mi vida he estado tan asustada como ahora.
Siempre he tenido una vida relativamente fácil, con los problemas lógicos de cualquiera, pero nada demasiado importante. Y ahora, de repente, me encuentro con una situación que no se como manejar: Mi madre tiene cáncer.

Yo siempre habia visto el cáncer desde la preocupación lógica pero con la cierta distancia que seguramente nos envuelve a todos, pensando que no nos va a pasar a nosotros y que ojalá encuentren una cura, aunque por suerte a muchos no nos haga falta.Pero de repente es como si te dieran un puñetazo en la mandíbula, no sabes que decir ni como reaccionar, no sabes si preguntar sobre las pruebas o hablar de tonterías para que piense en otra cosa.No sabes si actuar como si no pasara nada o estar todo el dia encima y atenta.

Y lo peor es que no puedes hacer nada. Dice El Chojin en uno de sus temas "No todo es reversible, pero si no se puede arreglar, pues ya está" que viene a decir que no deberíamos preocuparnos por lo que no esta en nuestra mano solucionar, y esto por más que me pese, no está en mi mano.

De momento todo sigue una rara normalidad en casa, trabajo, moto, niños, colegio, pero por mucho que se esfuerce, sé que al final algo cambiará, porque es así, no somos distintos a nadie y es de sobra conocido por todos .
Tengo miedo de que mi madre no salga de ésta, claro, pero sobre todo tengo miedo de que cambie. De que deje de ser la que se compra una moto de 900cc a los 2 años de tener carnet, y pase a ser una señora asustada en el hospital, pendiente de médicos, análisis y pruebas, en vez de atenta de la música, el cine y la literatura.

Supongo que toda esa gente conocida que sale a decir que tiene cáncer, que esta animada y que va a luchar, lo dice porque no tiene mas remedio, porque no van a salir a decir que están asustados, que les da miedo no curarse, que les impresionan tanto las pruebas que no quieren ni hacérselas.
Los adultos, al contrario que los niños nunca decimos que tenemos miedo, que nos asusta que nuestra pareja nos deje, que nos echen del trabajo, o que haya un accidente y perder a la gente que queremos.

No lo decimos pero lo pensamos, nos lo tragamos y seguimos adelante, al menos, mientras podemos y no nos estalla en la cara.


"El virus del miedo" Ismael Serrano http://m.youtube.com/watch?v=d60mCviUjXI